19 abril, 2018

Fósiles marinos del Triásico, únicos en el mundo.

La exposición «El Triásico, la explosión de vida» nos cuenta cómo eran las montañas de Prades hace 240 millones de años y cómo era el entorno de los pueblos de Alcover y Mont-ral. Gracias a los restos de los animales marinos fosilizados que se han hallado, es posible interpretar y disfrutar de la historia geológica de nuestro entorno natural. El Triásico se inicia hace unos 250 millones de años y es considerado el período de grandes cambios a la Tierra y un momento clave en la evolución de la vida en el planeta. Después de superar la extinción, generalizada de la vida en el tránsito del Permiano al Triásico, aparecieron los primeros reptiles y mamíferos, se empezó a dividir el súper continente Pangea y a formarse los nuevos océanos.

La particularidad del Triásico en la historia de la Tierra hay que buscarla en su importancia en tanto que evolución de la fauna, ya que esta conlleva el tránsito entre las faunas paleozoicas y las faunas «modernas» de anfibios, reptiles y mamíferos. En Cataluña, los sedimentos triásicos son presentes a lo largo del sistema mediterráneo catalán, y muy especialmente en la cordillera de Prades que nos proporciona importantes restos de fósiles tanto marinos como vegetales.

 

La exposición os invita a disfrutar —con todos los sentidos— de un recorrido que os va a trasladar millones de años atrás. Podréis viajar y ver las canteras de Alcover cuando aún eran el fondo de un antiguo mar lleno de vida. A través de la interpretación y contemplación de los colores de las rocas, de las formas de los estratos y de las montañas del paisaje actual, podréis descubrir que la Tierra nunca ha sido siempre igual.

Con nuestra colección, compuesta por fósiles de Alcover i Mont-ral, también podréis aprender las características y particularidades de estas piezas con relación a la evolución de nuestro planeta. Nuestros fósiles son fossil-lagerstätten, es decir, depósitos que contienen una extraordinaria riqueza fósil por sus condiciones de fosilización que se dieron en su momento. En nuestro caso, un bajo contenido de oxígeno evitó la descomposición de los animales, facilitando su rápida deposición de sedimentos que los colgó iniciando así el proceso de fosilización. Se trataba de una laguna de aguas someras con mucha vida animal, pero con un fondo letal, sin oxígeno e hipersalino, que facilitó la fosilización de los animales muertos que se depositaban en él. El resultado es un registro fósil extraordinariamente completo de todo ser vivo, incluso de sus partes blandas como la carne o la piel.

Por su buena calidad de fosilización, las canteras de Alcover y Mont-ral constituyen un yacimiento paleontológico excepcional, tanto por las nuevas especies que ha proporcionado como por su historia y cronología.

Entra en la exposición 

La colección de peces fósiles de Alcover y Mont-ral es una de las más completas de Cataluña y —­por su diversidad de especies— una de las más interesantes a escala mundial para comprender la fauna marina en la época del Triásico. La colección muestra una interesante selección de fósiles, como por ejemplo la Alcoveria brevis —un holotipo y especie descubierta en nuestro yacimiento—, también un fósil de medusa con una increíble fosilización si tenemos en cuenta que el 90% de su cuerpo está compuesto por agua. También destacamos el Casesaurus aviceps, un polémico antepasado de un reptil volador del Jurásico, o uno de los insectos más antiguos de Cataluña.

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